Hasta el fin del mundo : Tierra del Fuego en Argentina
¿Es una de las personas que se vuelve loca con el fin del mundo? ¡No se preocupe! No existe ninguna amenaza actual pero quizás le interesaría conocer más sobre la parte del mundo conocida como su fin. Situada en el extremo sur de Argentina, se encuentra su más joven provincia llamada la Tierra del Fuego creada en 1991. Esta zona contiene un conjunto de características desde su geografía y su naturaleza pasando por su historia hasta su potencial turístico, que darán a todos una emoción.
A causa de su localización distinta en el mundo, la Tierra del Fuego ofrece una experiencia impresionante. Se divide en tres zonas agroecológicas: el norte, que constituye una planicie con suaves ondulaciones y cursos de agua; el centro, compuesto por altos bosques y un relieve más accidentado; y el sur, la zona cordillerana sobre todo la Cordillera de los Andes. Esta geografía particular genera un clima impredecible. De hecho, las cuatro estaciones se pueden presentar en cualquier día a causa de las condiciones cambiantes. Por lo general, se encuentran más precipitaciones en el sur y el este donde llueve más de 300 días al año. Su lejana distancia del ecuador resulta en la duración del sol en el cielo por alrededor de 18 horas.
Según Charles Darwin, el explorador, la Tierra del Fuego sostiene una fauna muy diversa y particular. Aunque no hay anfibios y solamente pocos reptiles, se encuentran diversos grupos de aves como cormoranes y pingüinos. Además, muchos mamíferos viven en la región como conejos, castores, guanacos, lobos marinos, toninas overas y si tiene un poco de suerte, ballenas. De hecho, los pingüinos y los lobos marinos ocupan sus propias islas en un atractivo turístico conocido como el Canal Beagle.
En cuanto a su historia, incluye una parte fascinante acerca de su nombre pese a las tragedias usuales ligadas a la colonización. Al principio, cuatro grupos aborígenes vivían en la Tierra del Fuego: los kaaweskar (canoeros), los selk’nam (cazadores), los yámana (canoeros) y los enigmáticos haush. Hernando de Magallanes, un navegador, descubrió esta región en 1520. A causa de la serie de fogatas hecha por los aborígenes a lo largo de la costa, Magallanes decidió llamarla Tierra del Fuego. Más tarde, en 1570, vino el primer intento de colonización europea del estrecho cuando los europeos llevaron la viruela y otras enfermedades que mataron a los grupos aborígenes. Los que sobrevivieron eran forzados a asimilarse en el “mundo moderno” y así se estableció este territorio como se conoce hoy.
El dinamismo de la Tierra del Fuego proviene por lo general de su capital, Ushuaia. Dado que esta ciudad se sitúa al nivel más austral de nuestro planeta, resulta en su nombre de la Tierra del Fin del Mundo. Primero, era un pueblo de frontera que dependía del penal y de la base naval así como funcionaba como el puerto de salida de las embarcaciones que iban a la Antártida. A partir de la década de los años ochenta, se convirtió en una pequeña gran ciudad con un enorme desarrollo comercial y un destino turístico muy prestigioso. Allí, se pueden visitar muchos lugares interesantes como el Parque Nacional Tierra del Fuego (con el Ferrocarril Austral Fueguino o “Tren del fin del mundo”), el Canal Beagle (con el faro del fin del mundo que inspiró la novela homónima de Julio Verne), los Lagos Fagnano y Escondido, la cárcel del fin del mundo (construida por sus propios prisioneros), el Cerro Castor y el Museo del Fin del Mundo (con colecciones de artefactos y fotografías que permiten reconstruir el estilo de vida de los aborígenes).
Con todas estas posibilidades, ¿porque no querría viajar hasta el fin del mundo? Puede parecer lejano y aislado pero nunca hay un momento aburrido. Digo, intente mirar una isla llena de pingüinos sin quedarse encantado.
Aquí está un ejemplo de la variante argentina :
Guardianes de la lengua: Yagán (1:22-2:09)
Fuentes :
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