Los concursos de belleza en Venezuela


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“Espejito espejito, dime una cosa, ¿quién en este reino es la más hermosa?” A una edad temprana, las niñas sueñan con estar igual de guapas que las princesas en las películas. Este sueño se hace realidad para algunas que participan en los concursos de belleza. Al principio, esta competición consistió en juzgar y clasificar mujeres solamente por su apariencia en trajes de baño. Ahora, evolucionó para considerar la personalidad, la inteligencia, el talento y las famosas respuestas a las preguntas de los jueces como « la paz en el mundo ». Además de los cuatro concursos de belleza internacionales (Miss Mundo, Miss Universo, Miss Internacional y Miss Grand International), existen también concursos de belleza nacionales. En ciertos países como Venezuela, el concurso de Miss posee un gran valor y reputación para la gente en cuanto a su historia y sus impactos culturales y políticos.

Aparte del auge de petróleo en Venezuela, el año 1952 marcó el momento de la organización del primer concurso de Miss Venezuela. Durante los años siguientes, Miss Venezuela sobresalió en las competiciones de belleza internacionales y se conoció como una de las mejores y más bonitas. De hecho, se coronaron dos venezolanas como Miss Universo consecutivamente en 2008 y 2009 por un total de siete hasta ese momento. Aún más, Venezuela ganó el mayor número de títulos de belleza internacional. Hoy en día, Thalia Olvino será Miss Venezuela y la representante del país en Miss Universo 2019 en diciembre.
Una figura muy asociada con el éxito de las venezolanas en los concursos de belleza se llama Osmel Sousa, conocido como el “Zar de la belleza”. Trabajó como ejecutivo de mercadotecnia para la organización Miss Venezuela porque creía que este concurso representaba un negocio millonario en el área de entretenimiento. Por supuesto, obtuvieron contratos con televisoras y marcas internacionales cuando se elegía una Miss Venezuela. Sin embargo, su idea y expectativa de la belleza comprendía la elección de las mujeres únicamente de tipo Barbie, es decir, con figuras perfectas o al menos, que se podían operar fácilmente. Dijo que la belleza interna no existía y era solo algo inventado por las mujeres feas para sentirse bien. Con esta cita, se puede destacar muy bien su filosofía sobre la belleza. 

En cuanto al impacto cultural de estas competiciones, se inserta el sueño de Miss Venezuela en los corazones de muchas venezolanas sobre todo en los de las adolescentes. Sólo en Caracas, la capital de Venezuela, más de doscientas agencias se dedican a vender este sueño. Como resultado, las venezolanas invierten mucho dinero en su apariencia, sobre todo en los cosméticos, a fin de mantener esta reputación de belleza y perfección. Cuesta mucho más para las mujeres que quieren inscribirse en los concursos en los cuales se debe invertir unos 32 mil dólares solo para la candidatura y todavía más después para las etapas siguientes. Por eso, los patrocinadores, conocidos como santos en estas situaciones,  juegan un enorme papel cumpliendo los sueños de estas mujeres con sus contribuciones financieras. Se han vuelto populares estos concursos que se transmiten en la cadena Venevisión, la televisora más grande del país. Su poder general incluso alcanza el nivel político en que se encuentran ciertas Miss Venezuela en conflicto con presidentes en ocasiones. Por ejemplo, Irene Saenz enfrentó a Hugo Chávez durante las elecciones venezolanas y Alicia Machado peleó contra Donald Trump y su campaña republicana en los Estados Unidos, casi bastante para derrotarle.

La importancia de los concursos de belleza para Venezuela no se limita a la capa superficial sino que hace parte de la identidad de los venezolanos. Su evolución a lo largo del tiempo creció con el país y estas competiciones llevaron un estilo de vida distinto así como un orgullo nacional para sus ciudadanos.

Aquí está un ejemplo de la variante venezolana : 2019 Miss Venezuela Crowning Moment

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